Un espacio donde quiero justamente eso, compartir con todos ustedes mis gustos y experiencias, mis mejores momentos, mis éxitos y fracasos. Seguramente la mayor parte de este blog se dirigirá hacia el maravilloso mundo de la gastronomía, pero no quiero dejar fuera aquellos momentos importantes que me han forjado y marcado en la mujer que hoy soy.

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martes, 7 de junio de 2011

La comida en los hospitales y para enfermos

Hoy escribo esta entrada con el pleno conocimiento de lo que es alimentar a una persona enferma o con ciertos limitantes en la alimentación. Como muchos saben, mi mamá es médico y he visto y vivido muchos pacientes y hospitales, y hasta dentro de mis prácticas profesionales tuve la oportunidad de colaborar en el área de Alimentos o "Dietología".
En mis prácticas comprendí en gran parte porque todas las personas decimos que "la comida de hospital es horrible", muy fácil de investigar al revisar la historia clínica del paciente y recomendaciones de su doctor: dieta hipo sódica, sin glutén, sin carbohidratos, sin grasas, sin lácteos.... No bueno, así no se puede.
Otro caso: que pasa si la historia clínica pide que la dieta del paciente cubra unas 4500 calorías al día??? como le hacen? pues le complementas sus comidas con licuados protéicos, y así como estás hay muchas. 

Se que los pacientes y los familiares muchas veces no entendemos todo esto, no vemos lo que esos "antojos" le provocan al paciente, a su tratamiento y recuperación.

Mi mamá está convaleciente de una cirugía importante, y que complicado fue resistirse a darle agua simple por 5 días. Por fin llega el día esperando donde le autorizan líquidos y de tanto que se saboreó su jugo de manzana.... casi llora cuando lo probó. Para estar en su equipo pues a mi también me tocó la prueba y verdaderamente no estaba MALO, estaba PÉSIMO!!!!
La última noche en el hospital le llevaron un sandwich con el pan más delgado y aplastado que nada y el relleno de una pechuga de pollo entera (no desmenuzada, no picada) y dos hojas de espinacas fritas; y eso que la jefa del departamento fue personalmente a preguntar lo que quería comer.

Hasta aquí con las historias personales y vamos a la crítica constructiva y reflexión general.

La comida dentro de los hospitales o para personas enfermas o en recuperación, NO TIENEN PORQUE SER HORRIBLES!!! Una cosa es que no tenga grasa y sal y otra que esté insípida, cruda o sobrecocida. Creo que es con estas personas con las que se nos presentan los mayores retos como profesionales, porque no puedes ni tienes miles de elementos para complementar sabores y texturas. Es tan importante que los platillos estén bien presentados y cuidar los más mínimos detalles y así contribuir, con un granito de arena, en la recuperación de las personas. 

La gastronomía es tan maravillosa que con buscarle un poco, encontraremos un sin número de opciones, no hay limites y si mucho material para la creatividad. No se trata de invertir mucho dinero en productos caros, basta con usar ingredientes de calidad, algunas marcas que sabemos que son mejores que otras, pero sobre todo mucho amor y paciencia. 

A nadie se le antoja un delicioso puré de chayote cocido sin sal, sin cebolla y ajo salteados.... o si?
Que tal un jugo de manzana cocida, espesito y sin azúcar???
Una pechuga de pollo "asada" pero en su jugo y sin sazonadores?
Un arrocito bien batido???

Vamos a ponernos en su lugar, ustedes se lo comería? Harían caso a las recomendaciones? No verdad, pues mi mamá tampoco lo hizo, lo bueno es que ella tiene a su chef privada que le tuvo que llevar de contrabando sus jugos y que cuando llegamos a casa y hasta la fecha la ha consentido con jugos naturales y deliciosos, pastas, pollo-carne-pescado asado, muffins integrales y hasta su postre favorito Tarta Tatin y más.

Amigos y amigas, vamos a usar la creatividad y mucho amor para nuestros seres queridos.

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